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sábado, 7 de febrero de 2009

Descubren restos fósiles de un escorpión del Devónico en La Paz

El paleontólogo boliviano, Rubén Andrade, descubrió en la zona Apaña de la ciudad de La Paz, los restos fósiles de un escorpión o Euriptérido proveniente del periodo Devónico de unos 410 millones de antigüedad. El hallazgo es un aporte importante para la paleontología boliviana, ya que existen escasos estudios sobre el invertebrado prehistórico en el territorio nacional. El Euriptérido, llamado también por algunos científicos "gigantostráceos", se destaca por haber alcanzado gran tamaño entre los artrópodos. El resto fósil de una parte del "escorpión marino" encontrado en la zona Sur de La Paz, presenta escamas y provienen de una parte identificada del cuerpo del invertebrado de millones de años. "En Apaña existe un yacimiento fósil del Devónico donde también se pudo evidenciar la existencia de sedimento fosilífero de plantas indeterminadas, trilobites y una estrella de mar", dijo Andrade del Museo Nacional de Historia Natural. El Devónico es un periodo geológico cuando las plantas y algas junto a invertebrados poblaron el mundo. Las praderas se extendían y en los mares los tiburones primitivos se diseminaron. El paleontólogo dijo que en la región paceña de Apaña las investigaciones deberán continuar, por lo que solicitó el apoyo respectivo del Estado boliviano en la implementación de proyectos y planes de investigación.Ecv/Rq ABI Derechos Reservados 1998-2008. La propiedad intelectual del material periodístico que difunde la ABI corresponde a los redactores de este medio. Por lo tanto, se ruega respetar el crédito correspondiente.
Tomado de: http://abi.bo/index.php?i=noticias_texto_paleta&j=20090206122510&k=

Fósil de la serpiente más grande del mundo fue hallado en Colombia

El hallazgo, publicado por la revista Nature, fue hecho en la mina de carbón del Cerrejón, según afirma la publicación. La serpiente tuvo de 13 a 14 metros de largo y más de 1.145 kilos de peso.
''Este ser pesa más que un bisonte y es más largo que un autobús urbano'', observó el experto Jack Conrad del Museo Estadounidense de Historia Natural en Nueva York, que está familiarizado con el hallazgo.
''Fácilmente podía comerse algo del tamaño de una vaca. Un ser humano sería presa fácil'', dijo el paleontólogo Jason Head, de la Universidad de Toronto en Missisauga. ''Si tratase de entrar en mi oficina para comerme, tendría dificultades para colarse por la puerta''.
La bestia probablemente se alimentaba de los antepasados de los cocodrilos en un bosque hace 58 a 60 millones de años, agregó.
Head es el autor principal del informe publicado en la revista Nature. La misma edición presenta otro informe significativo: un grupo de científicos dijo haber hallado la más antigua evidencia de vida animal, vestigios de esteroides producidos por esponjas hace más de 635 millones de años en Omán.
Los descubridores de la serpiente la bautizaron Titanoboa cerrejonensis, que significa ''boa colosal de Cerrejón'', la región donde fue hallada.
Aunque relacionada con la moderna boa constrictora, se comportaba más como una anaconda y pasaba todo el tiempo en el agua, dijo Head. Podía deslizarse sobre tierra y también nadar.
Conrad, que no participó en el descubrimiento, calificó el hallazgo de ''increíble... supera todo lo imaginable sobre el tamaño de las serpientes''.
La Titanoboa supera el récord para la longitud de una serpiente en 3,35 metros (11 pies), sobrepasando a una criatura que vivió hace unos 40 millones de años en Egipto, precisó Head. Entre las serpientes actuales, la mayor registrada es una pitón de 9,14 metros (30 pies) de largo, que a su vez mide de 3,70 a 4,60 metros (12 a 15 pies) menos que la típica Titanoboas, dijo Jonathan Bloch, coautor del estudio.
La bestia salió a luz a principios del 2007 en el Museo de Ciencias Naturales de Florida en Gainesville, de la Universidad de la Florida. Cuando llegaron los huesos que habían sido exhumados en la mina de carbón a cielo abierto, dijo Bloch, curador de paleontología de vertebrados en el museo, los estudiantes avanzados que los desempacaron ''se dieron cuenta que estaban viendo los huesos de una serpiente realmente grande''.
Enseguida los compararon con el esqueleto de una anaconda de 5,20 metros (17 pies).
Hasta ahora los expertos han hallado unos 180 fósiles provenientes de dos docenas de serpientes, y esperan regresar a Colombia para hallar partes del cráneo, dijo Bloch.
El tamaño de la Titanoboa da indicios sobre su ambiente. El tamaño de una serpiente está relacionado con el calor de su hábitat. Los fósiles sugieren que las temperaturas ecuatoriales en esa época eran significativamente más elevadas que las actuales, durante una época en la que todo el mundo era más caluroso. De modo que las temperaturas ecuatoriales al parecer subieron junto con los niveles globales, en contraste con la hipótesis contraria de que no aumentaron mucho, señaló Head.
El hecho sugiere que las regiones ecuatoriales se calientan junto con el planeta, agregó.
Pero señaló que ''no tendremos serpientes gigantescas porque estamos eliminando la mayoría de sus hábitats mediante el desarrollo y la deforestación'' en las regiones ecuatoriales, agregó.
AP
Tomado de: http://www.eltiempo.com/vidadehoy/ciencia/fosil-de-la-serpiente-mas-grande-del-mundo-fue-hallado-en-colombia_4793394-1

Las ballenas parían en tierra hace 47 millones de años

Reconstrucción de 'Maiacetus inuus'. PLoS

Descubren en Pakistán el fósil de una hembra con un feto
El hallazgo aclara la transición de las ballenas de la tierra al mar
Miguel G. Corral Madrid

Uno de los momentos clave en la historia de la Evolución fue la transición desde los grandes peces con las primeras adaptaciones a la vida en tierra firme hasta los híbridos entre pez y reptil que poblaron por primera vez los continentes.

Ese paso fundamental ocurrió en el Devónico, hace entre 380 y 360 millones de años, y casi todo el mundo mantiene en su imaginario la instantánea de ese híbrido -recientemente identificado como 'Tiktaalik roseae'- saliendo de las aguas y caminando por una orilla con sus aletas a media transformación en patas, algo que no ocurriría hasta la aparición del Acanthostega.
Sin embargo, el regreso de los grandes mamíferos al agua, más de 300 millones de años después, ha pasado ampliamente desapercibido en los manuales de biología. Un grupo de investigadores liderados por Philip D. Gingerich, director del Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan, publica hoy en la revista científica 'PLoS' el hallazgo de dos nuevos fósiles que revelan datos esenciales sobre la evolución de las características necesarias para la transición de las ballenas de la tierra al mar.
«Hay muchos fósiles, la mayoría muy fragmentados, que documentan esa transición. Pero los ejemplares que describimos son los primeros que aportan datos sobre el nacimiento, el crecimiento y el desarrollo de estos animales», afirma Gingerich a elmundo.es.

Los fósiles, hallados en Pakistán, corresponden a un macho y una hembra con un feto en su interior, lo que ha motivado que los investigadores bauticen a la nueva especie como 'Maiacetus inuus' (en referencia a las palabras madre ballena y a un dios romano de la fertilidad).
El feto estaba colocado cabeza abajo como ocurre en los mamíferos modernos, y al contrario de lo que ocurre en las ballenas. «Esto evidencia que estos animales daban a luz en tierra», dice el investigador. Además, los fósiles poseen grandes dientes bien preparados para cazar y comer peces, lo que sugiere a los científicos que estos ejemplares vivían en el mar y que, probablemente, salían al exterior para descansar, aparearse y parir.
«Casi todo, excepto la respiración, cambió durante esa transición. Poseían cuatro patas modificadas para la natación y, aunque podían soportar su peso en tierra, no podrían llegar muy lejos», dice.
Tomado de: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/02/03/ciencia/1233686627.html

Hallaron 2.000 tiestos de piezas de origen indígena en Colonia

PEDRO CLAVIJO
Más de 2.000 tiestos de piezas de origen indígena fueron hallados en la costa coloniense, frente al Real de San Carlos, tras una pronunciada bajante en el Río de la Plata. Se trata de cerámica y material lítico de diferente tipo.
Las piezas datan del año 1.500 y confirman la presencia de indios, que en principio no fueron charrúas.
El investigador Eduardo Jiménez indicó a El País que el primer hallazgo se produjo en 2004, y que para completar la labor, se debió esperar a que el estuario bajara en forma considerable, hecho que se produce muy espaciadamente.
Los trabajos, que fueron desarrollados bajo el mayor hermetismo, tuvieron su confirmación luego de minuciosos estudios realizados con documentación sobre la época.
En el equipo participan también el investigador Jorge Baeza y la arqueóloga María Farías, quien fotografió las distintas piezas. El escritor Renzo Pí Ugarte brinda asesoramiento.
El lugar del hallazgo es denominado por los investigadores como sitio ceramista del Real de San Carlos. Se pudo acceder a él tras la remoción de arena realizada por movimientos producidos en el río.
Jiménez indicó que las primeras piezas encontradas fueron una "enorme cantidad" de tiestos de cerámica muy bien trabajada.
El investigador subrayó que la dirección del liceo hace "muchísimos años" decía que a unos 300 metros del Muelle del Real, río adentro, se encontraban piezas indígenas. Frente a la costa se encuentran varias islas, una de ellas relativamente cercana, lo que hace presumir a los entendidos que ese espacio pudo haber sido un desprendimiento del continente hace miles de años.
Además, los sucesivos dragados y el paso del tiempo fueron ahondando el pasaje con la actual playa. Es, de esa forma, que se hace firme la teoría de que las piezas encontradas son indígenas.
BAJANTE. Jiménez indicó que para llegar a este hallazgo se debió realizar la "arqueología de escape", que significa juntar las piezas cuando el río lo permite y luego dejar el lugar. La tarea se puede desarrollar muy pocas veces en el tiempo, debido a que los fenómenos de bajante no son frecuentes.
No descartó que el bombeo de arena realizado con motivo de una obra realizada en la zona, haya permitido descubrir el enterramiento de estas piezas, ya que el hallazgo coincidió con todas esas operaciones.
En el lugar quedó como un canal, que profundizó la zona. Esa remoción resultó positiva para los especialistas.
Jiménez dijo que se debe estar en presencia de una población indígena muy grande que se asentaba en la zona. Se trataría de un pueblo sedentario que se encontró estacionado. En principio el especialista descartó que pudieran ser charrúas ni nómades, dado el avance que tenían las piezas y la cantidad que se encontraban.
Confirmó que hasta el momento se han hallado unos 2.000 tiestos, que debido a la remoción realizada se encuentran superficialmente ante cada bajante. Al bajar el río, se estaciona la arena y los tiestos aparecen espontáneamente.
De acuerdo a los estudios realizados en la época, Colonia fue un centro muy codiciado. Todas las expediciones se instalaban en la isla de San Gabriel, que queda frente a la península de la capital departamental.
En su alrededor se ubican actualmente otros islotes, que reafirman los estudios. Centenera, reconocido poeta de la expedición de Ortiz de Zárate, afirmó que entonces hubo contacto con unos 2.000 indios estacionados a una legua de Colonia.
Los usos
El ceramista Manuel Chape realizó varios trabajos utilizando los tiestos, hasta produjo réplicas de lo que fueran los recipientes de la época. Indicó que algunos de ellos pueden ser urnas funerarias. En estos casos, tras la muerte, los indígenas enterraban el cuerpo. Cuando los huesos estaban descarnados los juntaban, los pintaban con ocre y volvían a enterrarlos en urnas. También se podía tratar de recipientes donde se guardaba el maíz, los porotos y otros alimentos. Chape aseguró también que de acuerdo al corrugado que presentan los tiestos, las piezas tienen origen guaraní. Además de la cerámica, se encontró también en el mismo lugar material lítico.
El País Digital
Tomado de: http://www.elpais.com.uy/090205/pciuda-396959/ciudades/hallaron-2-000-tiestos-de-piezas-de-origen-indigena-en-colonia

Hallan yacimiento arqueológico submarino en Italia

La conversación de dos aficionados a la arqueología en un restaurante llevó a la Policía italiana a descubrir en la costa de Toscana (centro) un yacimiento arqueológico submarino cuyos restos datan de los siglos I aC al III dC.
Los Carabineros (policía militarizada) encontraron ocho ánforas íntegras y fragmentos de otras nueve en el domicilio de un pensionista de 72 años de la zona y otros restos en posesión de amigos de éste.
El pensionista ha sido denunciado por ocultación de material arqueológico, cuyo valor total se estima en 60 mil euros, pero también se sospecha que podría haber participado en el saqueo del yacimiento.
Los agentes dieron con la pista del yacimiento por una conversación que dos aficionados a la arqueología mantenían en un restaurante y que fue escuchada por un agente del servicio naval vestido de paisano.
En el yacimiento submarino, situado a 50 metros de profundidad frente a la costa de Grosseto (Toscana) , se han encontrado ánforas para el transporte de aceite y otros contenedores de líquidos provenientes del naufragio de naves romanas.
Los restos, recuperados por el equipo policial de Protección del Patrimonio Cultural de Florencia, han sido datados entre los siglos I aC y III dC.
Tomado de: http://www.eluniversal.com.mx/notas/574015.html

Las obras del AVE sacan a la luz 111 yacimientos arqueológicos

Ignacio Orovio

Pueblos íberos, cabañas neolíticas, puntas de flecha, silos de grano, restos de hogueras, hornos, acueductos romanos, cerámicas, búnkers de la guerra civil, canales, eremitorios altomedievales… Las obras del tren de alta velocidad a su paso por Catalunya, unos 315 kilómetros de trazado, con decenas de metros de ancho en algunos puntos, han sacado a la luz un total 111 yacimientos arqueológicos.
La mayor parte son sólo pequeñas piezas de un puzzle: poca cosa por sí solas pero que ayudan a componer una fotografía global y de prácticamente todos los periodos. Y una pequeña parte de ellos -9 de los 111-tienen un interés histórico, científico e incluso turístico, y se harán visitables. Las obras se financian en general con fondos de la infrastructura. La acumulación de tantos datos en relativamente poco tiempo, más allá de la trascendencia concreta de cada excavación, es que "permiten estudiar modelos económicos y demográficos de conjunto", explica Josep Manel Rueda, arqueólogo del Departament de Cultura, que tiene registrados todos los yacimientos. "Muchos de los hallazgos son silos o restos de asentamientos de época íbera y completan nuestro conocimiento de la extensión de la población íbera por el territorio", dimensiona. Las decenas de silos para la acumulación de alimentos de aquella época sugieren la existencia de centros de poder político; la vida útil de estos almacenes era corta y solían sellarse con cerámica y tierra. En una reciente conferencia, el arqueólogo -y director de la empresa de arqueología Janus-Joan Llinàs consideró que los hallazgos de silos íberos en ciertas zonas de Girona revelan una ocupación agrícola previa a la conocida, de una época "de la que había muy pocos datos". La mayor parte de los 111 lugares excavados ni siquiera era conocidos. 65 de ellos (el 58%) no constaban en las cartas arqueológicas, los mapas con los que las administraciones se guían cuando inician obras, sean bloques de pisos o infraestructuras. El decapado aplicado al terreno para lanzar las vías no ha ofrecido grandes sorpresas, y donde había romanos, salen romanos. Los yacimientos más relevantes son nueve. El Vilot de Montagut (Alcarràs) tiene restos de distintas épocas (desde el siglo X aC.), con restos de cerámicas, fosas y de hogueras, así como silos medievales, esto es, veinte siglos posteriores a los iniciales. En la estación de Lleida, donde se tenía constancia de restos romanos, aparecieron vestigios de viviendas del siglo XIII al XV. Minferri, en Juneda, es una aldea dispersa del Bronce en la que se han analizado 430 estructuras, como cabañas, silos, fosas, hornos, cubas metalúrgicas y otros. Una de las sorpresas de los arqueólogos fue el del Pont de les Caixes, considerado acueducto medieval hasta que, por unas lluvias, durante las obras del AVE, apareció una estructura previa, romana, que se explica por la cercanía de la villa de Centcelles, patrimonio universal de la Unesco. El arqueólogo Josep Anton Remulà, que ha trabajado en la zona, explica que inicialmente no se iba a conservar, "pero el hallazgo de la parte romana ha obligado a replantear la operación". Así, se decidió alargar un puente, que evitó construir un talud que lo habría cubierto. Otra villa romana surgió en el Mas de´n Bosch, en Constantí, con estructuras que explican la fabricación de vino de época alto-imperial; es más, esta arquitectura se asienta sobre otra anterior, de factura íbera. En la misma zona han aparecido restos desconocidos hasta ahora de época prehistórica (silos con uso neolítico y reutilizados en la edad del bronce como tumbas) que luego fueron aprovechados por los romanos. En La Saboneria (Santa María de Palautordera) se estudió una fábrica de jabón, de los siglos XVIII y XIX, que permite profundizar en la historia de esta industria. Muy cerca de allí, en Llinars del Vallès, apareció el poblado ibérico de Can Suari, que se habilitará para visita: está excepcionalmente bien conservado; los restos sugieren que fue una explotación agrícola dispersa. En el poblado neolítico de Serra del Mas Bonet, en Vilafant, se descubrieron 135 estructuras en el subsuelo, de distintas épocas pero que llegan al 3.000 aC; es un poblado al aire libre, poco común en la época, y han salido láminas y puntas de flecha de sílex y ornamentos de hueso.
Tomado de: http://www.lavanguardia.es/cultura/noticias/20090203/53633145071/las-obras-del-ave-sacan-a-la-luz-111-yacimientos-arqueologicos.html